Casi sobre el final del disco, se metió en la carrera por la Intendencia el evangélico Lucas Agüero, con la venia, por supuesto de su referente máxima Elisa “Lilita” Carrió; que terminó declinando su candidatura presidencial, después de presionar hasta las últimas horas del cierre de listas; para que su gente se haga de bancas legislativas en todo el país.
De esta forma el muchacho de Zapiola, empleado desde hace años en la administración comunal de CABA, concluye imponiendo lista propia; después de batallar en el territorio por el voto cambiemita.
Consciente de que la faena no es nada fácil, debiendo competir con los dos aparatos fuertes que aún continúan en pie en Moreno: el del turco Asseff y el de Joaquín De La Torre. Pero sapiente que el cetro del liderazgo de los amarillos quedara vacante en 2025.
Agüero tiene muy en claro sus límites y sus metas para esta vuelta: posicionarse ante la opinión pública morenense y buscar meter los primeros concejales propios en la elección de medio término siguiente.
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