Por Helmut Hans, especial para Diario Gran La Plata.

Cables y tapones expuestos, tapas ausentes, rotas o desvencijadas. Y, sólo en el mejor de los casos, marcadas con cintas que indican el peligro. Ese es el aspecto que lucen las cajas de luz instaladas en toda la ciudad de La Plata. Una postal de la desidia y la irresponsabilidad que se debe a la empresa contratista de EDELAP que pasa a fin de mes a registrar la medición de corriente del mes.

Debemos tener en cuenta que si esa caja de luz se moja puede medir por demás el uso de energía. Más gasto para esa familia.  Además, puede ocasionar cortocircuito y explosiones con posterior incendio.

No hay que ir demasiado lejos para ver como en innumerables ocasiones pasan los operarios por los hogares con una pinza de punta y fuerzan la puerta. No traen la llave correspondiente para su apertura porque es más rápido. Es más fácil forzarla y dejarla abierta a "la buena de Dios".

No necesariamente pasan mensualmente porque tienen medidores electrónicos. Pero cuando pasa el empleado de esta empresa contratista destroza la tapa. Incluso es trasparente, pero ellos no se esfuerzan por apuntar su vista hacia allí. Solo la rompen y ahí miran.

Además del cortocircuito antes mencionado también es un peligro inminente al contacto por donde pasan cientos de personas diariamente, son una pequeña muestra del estado de las cajas que guardan los cables de luz. Algunas directamente no existen. Otras están atadas con hilos o con cintas de seguridad. En algún lugar optaron por cerrarlas con cartones y tela adhesiva. Los más temibles son los huecos que exhiben tapones y cables.Principio del formulario