En medio de su lujosa gira europea, Javier Milei ha decidido hacer una parada en la Casa Rosada para “salvarnos” de nuestro propio desastre económico. En un acto de valentía sin igual, el presidente anunció que el próximo 16 de septiembre se presentará en el Congreso para defender el Presupuesto 2025. Claro, esto es solo una de las muchas sorpresas que nos tiene reservadas mientras él disfruta de su tour por los palacios europeos.

En su discurso en el Foro Madrid “Río de la Plata”, Milei, armado con su nuevo mantra de “déficit cero”, prometió una ley de presupuesto que, a diferencia de sus predecesores, no se basará en fantasías sobre lo que se espera recaudar, sino en la dura realidad de lo que realmente tenemos. Como si el déficit fiscal fuera un simple monstruo de feria que podemos erradicar con una varita mágica de austeridad.

“Vamos a rediseñar la forma en la que se escribe el presupuesto”, aseguró Milei, como si cambiar la caligrafía de los documentos fuera la solución a la crisis. Según él, este nuevo presupuesto será el fin de los “curros” y de la necesidad de tomar nueva deuda. Es decir, no más deuda nueva, solo más promesas vacías mientras el país sigue ahogado en deudas y con una economía que se tambalea más que sus explicaciones.

Mientras el presidente se pasea por Europa, su administración ha encontrado tiempo para continuar con su espectáculo de “ajustes” que, curiosamente, siempre termina afectando a los más vulnerables. En casa, los jubilados siguen siendo el objetivo de una serie de reformas que parecen diseñadas para hacer su vida aún más miserable. Pero, claro, según el gobierno, todo esto es parte del plan para “salvar” a la economía.

Por si fuera poco, en su discurso también se tomó el tiempo para lanzar una dura crítica a Alberto Fernández y Martín Guzmán, a quienes acusó de usar la pandemia para ganar réditos políticos, mientras su propio gobierno, ahora mismo, se las ingenia para sacarles los ahorros a los jubilados bajo el lema de “déficit cero”.

Además, se da el lujo de prometer que si el Congreso rechaza su presupuesto, no se preocupen, porque en realidad eso les beneficiará al poder prorrogar el del 2023 y seguir manejando los fondos como les plazca. Todo esto con una sonrisa en el rostro y mientras su administración sigue sin resolver los problemas que él mismo prometió solucionar.

En definitiva, mientras Milei viaja y su gobierno recorta derechos y salarios, su estrategia parece ser más un espectáculo de humo que una solución real.