Policiales y Judiciales
Exclusivo de Diario Gran La Plata: Parte 3

Enredados en la corrupción platense: la pesadilla judicial de Javier Ronco y los falsos denunciantes del fiscal Tomas Morán

Javier Ronco, víctima de las extorsiones de Morán y Galasso, declarando en el juicio.
Javier Ronco, víctima de las extorsiones de Morán y Galasso, declarando en el juicio.
Declaración de Sebastián Bosarelli, quien trabajaría para el fiscal Morán, año 2011. (Foto: DiarioGranLaPlata)
Declaración de Sebastián Bosarelli, quien trabajaría para el fiscal Morán, año 2011. (Foto: DiarioGranLaPlata)

Un nuevo escándalo de corrupción sacude la justicia platense, revelando una trama de manipulación y engaños en torno a la imputación de Javier Ronco, un hombre que estuvo detenido durante años por un caso que, según la versión final de la denunciante, fue montado por intereses oscuros y pagos fraudulentos.

Todo comenzó en 2012, cuando Javier Ronco fue llevado a una rueda de reconocimiento por un homicidio, según fuentes cercanas al caso, quedó anulada debido a una discusión entre el reconocido abogado Marcelo Peña, el fiscal y los letrados de la defensa, tras escuchar que le dijeron a la denunciante que apunte al numero dos, que era Ronco.

A Javier, además, lo acusaban con falsas pruebas de un “doble homicidio” En ese momento, año 2014, llega la detención de Ronco, mediante una denunciante cuyas iniciales son LP, que había sido instruida por abogados y Tomás Morán, cambiando su declaración varias veces y declarado en 13 causas distintas. Todo esto con otro denunciante cómplice cuyas iniciales son SB.

Un proceso judicial viciado

Cuando 2014 se ordena la detención de Ronco. Durante dos años, fue mantenido en prisión preventiva. En octubre de 2016, tras años de disputas legales, se le concedió la libertad condicional, y Ronco pasó a cumplir arresto domiciliario con pulsera electrónica. Sin embargo, lo que parecía un proceso judicial normal comenzaba a desmoronarse con el tiempo.

La causa que involucraba a Ronco fue parte de un entramado de intereses oscuros, orquestado por Tomás Morán, el abogado Gustavo Galasso y su banda, quienes habrían contratado a una mujer para que fuera la denunciante en el caso. Esta mujer, que cambiaría su versión de los hechos en diversas ocasiones, llegó a modificar su declaración en nada menos que nueve ocasiones, lo que evidenció la manipulación del proceso.

La revelación de la verdad

En 2018, durante una de las audiencias, la denunciante finalmente comenzó a revelar la verdad: admitió que había sido incentivada y financiada por Tomás Morán para que presentara una denuncia falsa contra Ronco. Según sus palabras, Morán le había prometido pagarle la universidad, así como un significativo apoyo económico, y hasta había financiado el "cumpleaños de su vida". Estas revelaciones contrastaban con las acusaciones iniciales, que Ronco había sostenido desde el principio, aunque sin pruebas contundentes.

A medida que avanzaba el proceso, las contradicciones de la denunciante se hicieron más evidentes. En el juicio que se llevó a cabo en octubre de 2024, la mujer terminó admitiendo por completo la falsedad de su declaración inicial. Reconoció que, efectivamente, había sido manipulada por la banda de Morán para hacer caer a Ronco, y que muchas de sus acusaciones no solo eran falsas, sino que habían sido parte de una estrategia para perjudicarlo injustamente.
La impunidad detrás de la denunciante

La gran pregunta que surge ahora es: ¿por qué esta mujer no enfrenta consecuencias por su rol en el montaje de una denuncia falsa que llevó a la detención de un inocente durante años?

La respuesta parece estar relacionada con su rol como denunciante estrella de la banda de Morán. Aunque sus testimonios han sido desmentidos, la mujer ha declarado en al menos trece causas distintas y, en cada una de ellas, ha sido respaldada por los intereses de Morán y su grupo. Su colaboración en el entramado judicial parece haberla colocado en una posición especial, protegida por quienes manipulan las causas a su favor.

Este caso no solo pone en evidencia las irregularidades del sistema judicial de La Plata, sino también la influencia que ciertos grupos de poder tienen sobre los procesos judiciales. La manipulación de testigos, la falsificación de pruebas y la impunidad de los responsables de las acusaciones falsas son una realidad que sigue afectando a muchos ciudadanos.

La justicia aún no ha respondido a las preguntas que plantea este escándalo, y el caso de Javier Ronco sigue siendo un símbolo de la corrupción y la desconfianza que impregnan el sistema judicial platense.

Mientras tanto, la mujer que por años sembró una mentira sobre la vida de un inocente sigue libre, protegida por los mismos que han construido un laberinto de falsedades a su alrededor. La pregunta que persiste es si alguna vez se hará justicia o si el poder detrás de la corrupción en La Plata seguirá prevaleciendo.

"Agradezco a todos los que lucharon por la verdad, hoy, casi 10 años después de la prisión preventiva, y 16 años de que los hechos nunca claudicaron al doctor Cesar Albarracín", comentó Javier Ronco en diálogo con DiarioGranLaPlata.com

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