Los vecinos de las calles 2 y 77 llevan meses luchando contra una doble fuga de agua que afecta a ambas manos de la calle, y que hasta ahora no ha recibido solución por parte de la empresa ABSA.

Según informó el diario Nova La Plata, los residentes, el problema comenzó hace varios meses, cuando el agua empezó a brotar de los caños en el lugar. A los pocos días de realizar el reclamo, empleados tercerizados intervinieron por una queja de baja presión, pero el agua siguió brotando. Con el tiempo, la situación empeoró, y el agua no solo continuó saliendo del lugar señalado por los frentistas, sino que también comenzó a inundar la vereda del lado opuesto.

Los vecinos están preocupados por el impacto que esto pueda tener en la infraestructura de la calle. "Si el agua sale por arriba en ambas manos, es muy probable que esté socavando el piso y tenemos miedo de que esto termine con la calle derrumbada", expresaron algunos de los afectados.

Mientras tanto, a solo cien metros de donde ABSA realizó una nueva conexión para intentar resolver los reclamos por falta de agua, los residentes de la zona siguen enfrentando problemas de baja presión. Los reservorios están vacíos porque el agua no alcanza a llenar los tanques de las viviendas, lo que genera una falta de suministro constante.

En la zona de 2 bis, entre las calles 76 y 77, otro vecino tuvo que realizar una canaleta para desviar el agua proveniente de una de las pérdidas. Este caso, sumado a los problemas de 2 y 77, está afectando a más hogares en la zona. Según los frentistas de las calles 78 y 79, la situación es similar, lo que sugiere que el problema podría estar relacionado con el mismo sistema de caños.

A pesar de los repetidos reclamos, los vecinos siguen sin obtener respuesta de ABSA. De hecho, según una fuente confiable, los operarios de la empresa no habrían encontrado la fuga en 2 bis a la altura del 2150, ya que habrían confundido el brote de agua con un desagüe pluvial de la vivienda.

Los afectados insisten en que el problema debe ser atendido con urgencia para evitar mayores daños tanto en la infraestructura urbana como en las viviendas de la zona.