Un violento asalto sacudió la tranquilidad de un edificio ubicado en la calle 16 entre 63 y 64, donde un hombre de 46 años fue atacado por una banda de delincuentes que buscaban una suma de dinero que supuestamente había retirado de un banco.

Según informó el diario HechosYderecho, el hecho ocurrió el pasado sábado, alrededor de las 20.15, cuando la víctima observaba el segundo tiempo del partido entre Estudiantes y Newell’s. En ese momento, escuchó ruidos en su domicilio, pero creyó que se trataba de su hermano ingresando pertenencias. Minutos después, al sonar el timbre, abrió la puerta sin precaución, pensando que era su familiar.

Sin embargo, fue sorprendido por un hombre vestido con ropa oscura que lo golpeó con violencia y le cubrió la cabeza con una bolsa, aplicándole la práctica conocida como "submarino seco" para asfixiarlo. Luego, otros dos individuos irrumpieron en la vivienda y comenzaron a amenazarlo.

"El banco te vendió, decime dónde tenés la plata o sos boleta", le advirtieron mientras lo golpeaban y lo reducían. A pesar de que el hombre insistía en que no tenía el dinero que buscaban, los agresores lo sometieron a más violencia, pisándole la espalda y amenazándolo con un arma.

Finalmente, la víctima entregó los 1.700 dólares que tenía en un estante visible, pero los ladrones, insatisfechos, insistieron en que debía haber una suma mayor. Bajo presión, el hombre explicó que el resto del dinero retirado del banco había sido utilizado para la compra de una propiedad en un edificio de la calle 7 entre 46 y 47, cuya escritura se encontraba dentro de un maletín marrón.

Al revisar el documento, los delincuentes confirmaron la transacción y parecieron convencerse de que no había más efectivo en la vivienda. Antes de huir, le dieron una advertencia: "Te voy a dejar un poco suelto para que te desates. No hagas nada ni salgas, porque vuelvo y te meto un tiro".

La Policía investiga el caso bajo la hipótesis de que se trató de un robo planificado basado en información errónea sobre una gran suma de dinero en la casa. Se analiza el entorno de la víctima para determinar si hubo un “entregador” que facilitó datos a los asaltantes, así como a las personas que intervinieron en la transacción bancaria.

Fuentes cercanas a la investigación señalaron que no se descarta la posibilidad de que en la entidad bancaria haya existido la participación de un "topo", es decir, alguien que filtró información sobre el movimiento financiero de la víctima.