La causa que investiga a empleados “fantasma” en la Municipalidad de La Plata avanza a paso firme y empieza a acorralar a nombres pesados de la gestión anterior. Este viernes, la Justicia penal ordenó 14 allanamientos simultáneos en domicilios de imputados, en el marco de una denuncia que realizó el intendente Julio Alak al asumir su cargo, tras descubrir una estructura de ñoquis enquistada en la administración pública.

En los procedimientos —ordenados por el juez de Garantías N°6, Agustín Crispo, y a pedido del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta— se secuestraron celulares, computadoras y documentación clave. La Policía Federal, a través del Departamento de Delitos Fiscales, fue la encargada de ejecutar los operativos.

Lo más resonante: varios de los implicados dependían directamente de la Secretaría de Coordinación, que estaba bajo la órbita de Oscar Negrelli, uno de los hombres fuertes del exintendente Julio Garro. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que Negrelli no solo sabía, sino que personalmente incorporó a varios de estos ñoquis, que cobraban sin pisar la Municipalidad.

Por si fuera poco, algunos de ellos estarían vinculados con el escandaloso caso de Julio “Chocolate” Rigau, el puntero que cayó con 48 tarjetas de débito de empleados de la Legislatura.

La trama empieza a destaparse y Negrelli aparece cada vez más expuesto. Con 14 imputados y documentación que compromete directamente su gestión, el escándalo ya no se puede tapar. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿hasta dónde llega la responsabilidad de Negrelli?